domingo, 24 de agosto de 2008

Smoke on the water

Allí estaba yo, B.R., de vacaciones en Montreaux. Corría 1971 como la brisa tras la llegada de un metro a su parada. En mi hotel se alojaba gente con recursos, entre ellos un grupo de músicos.

El primer día coincidí con uno de ellos, el más descansado y abierto. Ambos pedimos lo mismo en el bar. Un Kir seco, por favor. No muy habitual para dos turistas en Suiza. Roger tenía acento británico y su melena estaba recién lavada.

- Isn’t it really funny? - Me dijo
- Si, desde luego, pero tu tampoco eres francés –Respondí
- Nooo, I came from London, not the Swinging London, just London –Y rió con el timbre con el que se ríe uno en un Hotel.

Cuando en la barra solo quedaba un camarero, y el Cassis para el Kir se había acabado, llegaron dos ingleses más. Se saludaron y pidieron una Stella cada uno. No me presentó pero hablamos abiertamente. No sabía que al día siguiente tocaba Frank Zappa en el Casino sobre el lago y acepté su invitación, era el mismo lugar donde ellos iban a grabar.

Dormí fatal.

No volví a verlos hasta las 16 horas, otra vez en el bar. Pese a la resaca que yo tenía, parecían estar como recién estrenados y desprendidos de su envoltorio. Me invitaron a ir en su autobús al Casino.

Una vez finalizara el concierto llevarían allí sus cosas y grabarían por unas tres semanas. En cuanto mi nerviosismo apareció estábamos ya sentados con una Stella Artois por cabeza y expectantes.

Se apagaron los focos y empezó a sonar un estruendo terrible, a los diez segundos Zappa y los Mothers estaban hilando Peaches in Regalia en clave de Jazz. Los reflejos en el agua bailaban cogidos de la mano, sobre un fondo mucho más oscuro que el techo.

Ciertamente Frank estaba muy motivado, durante una hora y media nos mantuvo al filo.

En la fila siguiente a la nuestra dos italianos no paraban de vociferar y uno de ellos me ofreció su cerveza cuando me giré a reprobarles. Mi ademán les invitaba a escuchar.

Poco después les vi salir de su fila con una bengala en la mano y un zippo en la otra. No fui consciente del peligro que podía suponer, les hubiera detenido.

En menos de un minuto la bengala encendida rebotó contra una estructura y prendió unas cortinas cerca del balcón superior, los músicos seguían tocando, creyendo que la situación no era tan grave. Frank Zappa paró la banda cuando las llamas aparecieron y la gente del gallinero asaltaba el escenario para ponerse a salvo.

Entre cientos de personas corriendo en torno suyo, y agarrando su guitarra como una lanza, indicó por el micro dónde estaban las salidas de emergencia, intentando calmar a los tres mil entrados en pánico.

Nosotros estábamos de pie en los asientos, la gente huía por delante de nosotros. El fuego ya cubría una tercera parte del Casino.

El humo de los jirones en llamas que caían al lago cubrió todo el escenario y corrimos sin saber dónde. Y sin saber cómo aparecimos en el parque exterior del Casino, junto a cientos de personas tiesas como espantapájaros mirando las llamas saludar por el balcón de la fachada.

Deep Purple registró Smoke on the Water a los pocos días, tras buscar un nuevo sitio donde grabar su disco.

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